Una ultima conversación
-Sabes; hace días estaba pensando en ella y he llegado a la conclusión de que ha sido la única chica que he amado de verdad, tanto así, que si ahora mismo me habla, caería rendido en sus brazos en un abrir y cerrar de ojos.
-Pues por lo que veo
realmente te hace mucha falta...
-Creo que sí, cada vez
que hablo de ella, se me revuelve el pecho.
-Dicen que es cuestión
de tiempo, pero creo que no; el tiempo no sana, ni cambia nada. ¿No crees que
ya es tiempo de dejarla ir de tu interior?
-Sí, lo sé, ya es
tiempo. Hace mucho que lo sé, pero creo que mi corazón aún no lo sabe y mi ser
se rehúsa a olvidar sus sedosas caricias, sus suaves besos, el dulce sonido de
su voz que espantaba las grises nubes de mi tristeza. Ya es tiempo, sí; hace
mucho lo es.
-Entiendo, entiendo;
pero no sólo debes dejarla ir y ya, sino darte la oportunidad a tí mismo de
conocer a alguien más. Jamás será igual porque llegamos a amar intensamente una
sola vez. Es difícil pensar en el más allá cuando aún cargas en tus hombros un
difícil pasado que no sueltas y si no te liberas de ello, nunca alcanzarás tu
presente.
-Es que ella es mi
pasado, mi presente e iba a ser mi futuro; mis ganas de olvidarla son tantas
que recurrí a estupideces clichosas como "un clavo saca a otro", cosa
que no es cierta, ahogar mis penas en el alcohol pero nunca fui un alcohólico
arrastrado. Traté de salir más, pero soy un chico muy apegado a mi hogar.
Cuando me siento a leer un libro, me imagino que soy el personaje principal o
al menos, intento reflejar mi vida en el escrito; imagino que estoy en otra
realidad, en algún lugar del tiempo, que soy un feroz gladiador en busca de
fama, honor y gloria, pero ella siempre encuentra la forma de volverse una
intrusa que invade mis pensamientos y se convierte en esa doncella que el
aguerrido combatiente nunca podrá alcanzar.
-James... Estás super
clavado a ella. Jamás había conocido a alguien que después de tanto tiempo,
seguiría amarrado al recuerdo de su amada.
-Sí, y pensar que todos
me ven como el chico rudo del colegio, el típico capitán del equipo de futbol
que sale rodeado de porristas; el chico que todos creían incapaz de enamorarse.
El típico "bad boy" que consigue todo lo que se propone y lo que
quiere. Enamorado... sí eso estoy. ¿Que estúpido, no?
-No eres estúpido, solo
te enamoraste como ya casi nadie lo hace; como se enamoran los que son capaces
de amar con toda su vida. No eres estúpido, no lo eres...
-Pero me toca
olvidar... ¿Cómo hacerlo?, si todo me recuerda a ella, todo. ¿Porqué? Porque
eso era ella para mí, todo, mi todo.
-No lo sé James, pero
tienes que salir de ese pasado, aunque no quieras aceptarlo, ya pasó, ella se
fue. Muchas veces tienes que dejar que las cosas pasen o estarás toda la vida
recordando a alguien que no está y tal vez, no volverá.
-Es lo que quiero,
levantarme y decir "ya no me importa". Es lo que más anheló cada vez
que me acuesto.
-Y su recuerdo no te lo
permite.
-Exacto, su recuerdo es
tan inmenso como la infinidad del azul cielo.
-Pues como dicen, por
mirar la Luna, perderás miles de estrellas hermosas y llenas de amor o tal vez
una historia como la tuya; alguien que podría ser tu presente y tu futuro, pero
ya es tarde para eso, James.
Y la mujer vestida
entre las sedosas telas de tinieblas, me besó en la frente y sentí como la vida
se fugaba de la cárcel de mi piel...



Comments
Post a Comment